miércoles, 1 de agosto de 2012

12 de Agosto Día del Niño

El niño que soy

 Soy un niño con un nombre
que me sustenta
llámame por mi nombre.
Aceptame como soy:
no me compares.                                
Yo soy como tú, un individuo único
con únicas maneras de percibir
interpretar y expresarse.
Aprender es agradable.
No me lo eches a perder
con castigos
tareas y amenazas.
Permíteme expresarme libremente:
no termines mi frase
ni culmines mis trazos
ni rellenes mis dibujos.
Intercambia conmigo opiniones.
Así me ayudas a aceptar
las críticas ajenas.
Mírame a los ojos cuando me hables.
De ser posible colócate a la altura
de mi vista.
A veces me duele el cuello
de mirar hacia arriba.
Sé discreto con mis asuntos:
mis piojos,
mi zurdera,
mi tartamudez
o mis rabietas;
no van a desaparecer
por el hecho
de que tú las pregones.
Déjame tomar decisiones.
Sugiéreme y plantéame
alternativas pero enséñame
a ser independiente;
a prescindir de ti.
Estímulame para mantener
despiertos mis sentidos.



Con ellos puedo hacer
y rehacer el universo.
Valora mis esfuerzos
más que los resultados
de mis actos.
Así tendré ánimo
para seguir adelante y ése
será nuestro triunfo.
Si asumes que yo soy
un individuo en proceso
de transformación (y tú también)
podremos ser solidarios en la creación.
Necesito límites y está bien
que ejerzas el control pero
hazlo con firmeza, congruencia
preserverancia y cariño.
No me pidas que me quede quieto
por mucho rato.
Tengo muchos barcos
y trenes
y aviones,
caballos y mariposas
por dentro.
No me resuelvas las cosas
porque me harás un desvalido.
No supongas lo que me pasa;
indágalo.
Así nos ayudaremos.
Un dato para sobrevivir
el mañana:
enséñame a cooperar antes que
a competir.
Enséñame también cómo aprender
pero quiero aprender explorando,
haciendo,
viviendo.
Necesito amar
y ser amado.
Vamos pues




Sabias Qué…?                   


Historia del Mes de Agosto


La historia de este mes comienza con las ambiciones del emperador romano Cayo Julio César Octavio, conocido como Octavio Augusto, que no quería ser menos que su padre adoptivo y predecesor, Julio César.
En el antiguo calendario romano el año comenzaba en marzo y el sexto mes se llamaba Sextilis, pero en el año 24 antes de Cristo, Octavio Augusto decidió cambiarle el nombre y llamarlo Augustus. Estaba imitando lo que había hecho unos años antes Julio César con el quinto mes, que hasta entonces se llamaba Quinctilis y pasó a llamarse Julius en su homenaje.
Pero a Octavio no le pareció suficiente dar su nombre a Sextilis, porque Julius tenía 3l días y Augustus solamente 29. Entonces varió la duración de otros meses para que el que llevaba su nombre también tuviera 3l días. Aún en nuestros días, más de dos mil años después, julio y agosto conservan 3l días cada uno.